Fuera de Hora

Después de 20 años sin poder usar el piano, Joäo Carlos Martins pudo volver a tocar gracias a unos guantes biónicos

Joäo Carlos Martins es considerado como uno de los mejores intérpretes de Johann Sebastian Bach. Sin embargo, había tenido que retirarse.


Tarda, pero al final hay recompensa. 20 años tuvo que esperar Joäo Carlos Martins para volver a tocar el piano sin problemas, pero lo logró. Aquejado por el dolor de sus manos, hasta ahora solo podía tocar muy despacio, y con sus pulgares.

La historia de este artista brasilero es realmente conmovedora, pero también un ejemplo de persistencia, trabajo y mucho aguante. Considerado como uno de los mejores intérpretes de la música de Johann Sebastian Bach, debió deja de tocar el instrumento en el año 2000, luego de que una enfermedad degenerativa, sumado a una serie de incidentes, le impiera mover sus dedos con normalidad.

«Después de perder mis herramientas, mis manos, no poder tocar el piano y era como si hubiera un cadáver dentro de mi pecho», contó el músico en diálogo con The Associated Press.

Sin embargo, eso no detuvo al pianista de seguir ligado a la música, por lo que empezó a trabajar como director. Mientras seguía intentando volver a tocar el piano. Su última operación de la mano izquierda, que se realizó en marzo, parecía indicar el retiro de Joäo Carlos Martins, pero él no se rindió.

En esta historia hay otro nombre importante que es menester mencionar, el del diseñador Ubiratã Bizarro Costa, quién estaba seguro que el retiro del músico era prematuro. Por lo que decidió realizar un unos biónicos que le permitieran volver a tocar.

«Hice los primeros modelos basándome en imágenes de sus manos, pero esos estaban lejos del ideal», contó Costa antes de agregar: «Me acerqué al maestro al final de un concierto en mi ciudad de Sumaré, en la región de Sao Paulo, se dio cuenta de que no funcionarían, pero después me invitó a su casa para desarrollar el proyecto».

El diseñador y Joäo Carlos Martins pasaron los siguientes meses perfeccionando el prototipo de los guantes, hasta que en diciembre del año pasado terminaron el prototipo. La fabricación costó 500 reales brasileños, algo así como 130 dólares.

Desde entonces, el maestro no deja de usar nunca los guantes, ni siquiera cuando descansa. Una clara muestra del gran deseo de volver a tocar como en sus mejores tiempos. 

«Puede que no recupere la velocidad del pasado. No sé qué resultados conseguiré. Estoy empezando de nuevo como si fuera un niño de ocho años aprendiendo», contó Joäo Carlos Martins, quién compartió en sus redes el hermoso momento donde se lo ve emocionado, otra vez frente a su gran amor, el piano.

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