1. Eligieron Buenos Aires para despedirse de todos los fans del mundo

Después que Guns And Roses ce- rró su gira mundial en 1993, todos los artistas ahora eligen Buenos Aires para despedirse con el mejor público del mundo. Artistas como The Police, Madonna, AD/DC y los Rolling Stones grabaron discos en vivo acá. Cómo te vas a perder la despedida de Ozzy y sus socios cuando todo está preparado para que sea esa fiesta que siempre imaginaste y que en noviembre finalmente será realidad?

2. El inquebrantable amor de Ozzy con Argentina y la idea de una película

Acompañado por sus viejos lobos de mar como Tommy Iommi y Adam Wakeman, el hijo de Rick Osbourne sabe que juega de local y por eso hace varias décadas programa conciertos en nuestro país como condición fundamental para sus giras. El maestro de las mil voces hará gala de su histrionismo y no descarta grabar un DVD/Documental de la despedida del grupo en Vélez.

3. El Showman detrás del artista

Ese formidable personaje que canta furibundo sobre escena, pero que parece sacado de un gag de Benny Hill es garantía de rock duro, humor ATP y que cada vez que llega al país seduce a miles con su entrañable y curiosa forma de ser, recorriendo historias musicales de gran calibre matizadas por un showman sencillamente inigualable.

4. Vienen con el mejor repertorio posible para ofrecer un concierto muy extenso

Después de su paso por el Estadio Único de La Plata hicieron los deberes respecto a las canciones que la gente quiere escuchar en la despedida mundial, o sea que llegan nada menos que al court de Liniers con el mejor repertorio y una lista de temas armada casi por el mejor fan del conjunto, garantía de un show largo con todo aquello que querías escuchar y los souvenirs sonoros que siempre agregan como sorpresas extras.

5. Una gran banda mundial tocando en Liniers en una situación inolvidable

El show de Vélez es una de las últimas fechas de la gran gira mundial, es decir que vas a estar en el prácticamente último recital de una leyenda rockera que eligió Argentina para su última gira, en un concierto con puesta luminotécnica infartante, fanáticos sabiéndose de memoria las letras para cantar con su líder, y un Ozzy que obviamente tirará un baldazo de agua y papel picado para recordar sus travesuras de eterno gran chiquilín rockero.