El inglés se presentará el jueves 16 de Marzo en el Teatro Vorterix, en lo que será su tercera llegada a la Argentina. Esta vez la cita cae en el marco de su último y ecléctico álbum, On My One.

Por Guido Scollo

Con tan sólo 23 años -cumplidos hace un par de semanas, el 28 de febrero-, Jake Bugg se muestra diferente al resto de los músicos jóvenes británicos. Como muchos de sus coterráneos, sus canciones son un éxito tanto en Inglaterra como en el resto del mundo, aunque su estilo no parece ser un ejemplo de lo que se viene haciendo este siglo, algo a lo que él mismo pareciera huirle.

Jake Bugg, su primer disco publicado durante el 2012, cuando el músico oriundo de Nottingham tenía 18 años, es una clara muestra de esto. Con su guitarra como principal -y por momentos, único- acompañamiento de su voz, las reminiscencias musicales de The Freewheelin’ de Bob Dylan colapsan con las experiencia de un por entonces adolescente. Con más de medio millón de ventas en todo el mundo, el disco, producido por Iain Archer, lanzó a Bugg a la fama, aunque según él “no mucha gente lo reconoce en la calle”. “Two Fingers”, single del álbum, marcó su ritmo más pop, convirtiéndose rápidamente en un hit radial. 

Shangri La llegó un año después que su debut y continuó el camino de su antecesor de una manera natural. El cambió vino con las guitarras eléctricas, relegando el sonido acústico en gran parte del disco. Incluso la percusión, por momentos a cargo de Chad Smith, baterista de los Red Hot Chili Peppers, se tornó más frenética. Grabado en Malibú, California, la recepción del mismo fue positiva, pero no logró superar a las grandes críticas de su disco anterior.

Durante el período siguiente, los aviones, aeropuertos y rutas se convirtieron en una constante para Bugg, comenzando un largo recorrido por diversos escenarios del mundo, incluidas dos visitas a la Argentina durante el 2014, con tres presentaciones diferentes. Esto marcó su distanciamiento de los estudios de grabación durante un tiempo hasta que publicó On My One, su tercer disco, tres años después de Shangri La. Y si existían ciertas diferencias entre sus dos primeros trabajos, su último prácticamente no se parece a él.

Aunque su versión más folkie sigue escabulléndose entre ciertos temas, On My One se encuentra con nuevas formas y sonidos, distintos instrumentos y arreglos más complejos. Incluso hay soul, hip hop y estructuras desconcertantes con su pasado, como la bombástica “Gimme the Love”. “Es un experimento”, diría Bugg acerca del álbum. A horas de su tercera llegada al país para presentarse en el Teatro Vorterix el próximo jueves, Bugg habló con Fuera de Hora desde San Pablo y, entre otras cosas, explicó por qué cree que la música moderna no está a la altura de las circunstancias.

Tocaste en festivales grandes como el Lollapalooza y Glastonbury antes. ¿Cómo te sentís al tocar en un lugar más chico como el Teatro Vorterix?
Creo que en un show más pequeño puede encontrarse un poco más de amabilidad. Pero en realidad me gusta mucho tocar en ambos tipos de lugares.

«Creo que durante ese momento, en el ambiente había dando vueltas un poco más de soul y algo de hip hop. De alguna manera creo que me estaba expandiendo. Es una especie de experimento, en donde tenés que ir probando diferentes cosas».

Tu nuevo disco tiene algunas similitudes con los otros dos, pero principalmente es muy distinto. No sólo hay folk y rock, sino que también puede escucharse soul e incluso hip hop. ¿De dónde creés que vino ese cambio?
La verdad es que no pienso mucho en eso cuando estoy escribiendo las canciones. Creo que durante ese momento, en el ambiente había dando vueltas un poco más de soul y algo de hip hop. De alguna manera creo que me estaba expandiendo. Es una especie de experimento, en donde tenés que ir probando diferentes cosas.

Este disco además suena más complejo, con una instrumentación más amplia y muchos arreglos. ¿Te costó más que los otros dos a la hora de grabarlo?
Me tomó solo un año en hacerlo, pero desde la salida de mi segundo disco estuve de gira bastante. No tuve mucho tiempo de trabajar en On My One en ese momento lamentablemente, algo que hubiese preferido.

¿Son canciones más difíciles de reproducir en vivo?
Sorpresivamente, no tanto. Pero sí sé que tomó más tiempo a la hora de ensayarlo con la banda. Una vez que todos entendimos qué teníamos que hacer, logramos que las canciones salgan sin problemas, como pasa con los discos anteriores.

En el tema homónimo de On My One, cantás «Tenía mis sueños / pero en este mundo ya no están / tres años en la ruta, 400 shows / ¿dónde llamo a mi casa?». ¿Llegaste a sentirte realmente de esta manera?
A veces cuando estás demasiado tiempo viajando te preguntás cuál es la meta final de eso, pero ahora me genera una sensación mejor que antes. Quería empezar a componer más canciones y dedicarme a eso en vez de estar tanto de gira, algo que está pasando este año.

¿Es la industria musical lo que imaginabas o es más complicada?
No, es más complicada de lo que pensé que sería. Hay mucha política metida en todo y al final del día no deja de ser un negocio más. La gente quiere hacer dinero y nosotros quedamos relegados a un segundo lugar, algo muy desafortunado. Cuando entré en la industria era bastante joven y ni pensaba encontrarme con algo así. Pero uno siempre sigue adelante a pesar de todo.

Hace menos de un año dijiste: “todos pueden tener un disco en el puesto número uno, eso no es un logro”. Entonces, ¿cuál es la meta para un músico hoy en día?
Obviamente se suponía que una declaración así no era para que se tome en serio, era simplemente algo que estaba diciendo por las grandes caídas en las ventas de discos. Creo que la meta sigue siendo la misma, hacer la mejor música posible, grandes álbumes y salir de gira. De eso se trata todo esto.

¿Y creés que hoy en día esa meta está siendo satisfecha por otros músicos?
No, creo que la música moderna es bastante mala, un desorden total. Y parece que se está poniendo incluso peor. Entonces, ¿cuál es el punto de todo? Espero que aparezca algo realmente grandioso y estoy ansioso de que llegue algo así. Ojalá que haya un cambio pronto.

¿Por qué te parece tan mala?
Me parece que es la misma razón por cómo está el mundo en general en todos lados. Todo está generalizado, todos miran lo mismo, en cada ciudad que vas hay Starbucks por todas partes y los locales son iguales… Exactamente lo mismo pasa con la música, la próxima canción suena igual a la anterior. Lo extraño es que la gente puede ver la diferencia en eso, pero para mí, que hago música, no veo nada distinto. Es siempre ese sonido ridículo del Hi-hat y lo que las personas llaman «hip hop», que es aburrido para mí. No puede excitarme de ninguna manera algo así.

On My One se siente un trabajo más maduro, con otra visión. Durante el último año se dieron grandes cambios en el mundo, con sucesos increíbles como la victoria del Brexit en Gran Bretaña. ¿Este tipo de sucesos te incitan a escribir canciones desde un lugar más político?
No, no tengo realmente un impulso muy politizado. Simplemente escribo acerca de las cosas que veo y experimento. Tal vez sean debido a estas situaciones, no lo sé. Pero hablar demasiado acerca de política puede ser difícil, por eso aprendí a guardarme mis opiniones para mí mismo en estos temas.

Hace pocos días cumpliste 23 años, pero con la intensidad de la carrera que llevás parecen al menos 30. ¿Te acordás del momento en donde notaste que tu adolescencia ya no sería lo mismo?
No, para nada. A veces pienso lo loco que es todo… Firmé mi contrato cuando tenía 17 años y creo que de alguna manera no tuve mucho camino por detrás, por lo que no podría notar tanto las diferencias. Tal vez sí con mis amigos de la infancia, pero de todas formas disfruto de todo esto.

«La música moderna es bastante mala, un desorden total. Y parece que se está poniendo incluso peor. Entonces, ¿cuál es el punto de todo? Espero que aparezca algo realmente grandioso y estoy ansioso de que llegue algo así. Ojalá que haya un cambio pronto».

Cuando hablás de ellos o de tu ciudad, parece que es algo que disfrutás mucho. ¿Te sirve volver a Nottingham como un cable a tierra?
Es bastante raro y para ser honesto, no puedo quedarme más de un par de días ahí. De todas formas está bueno estar por un tiempo corto. Pero si me quedo más, las razones por las que me fui comienzan a volver…

¿Cuáles son esas razones?
Creo que debe ser lo mismo que en todos lados, la verdad. Todo el mundo tiene problemas y hay una falta de comunicación enorme en muchos temas. Creo que son cosas despreciables y una buena razón para irse.

 Una vez comentaste que te sentías culpable por ganar una determinada cantidad de dinero mientras que la mayoría de la gente trabaja muchísimo por sumas pequeñas. ¿Cambiarías algo en este aspecto o es simplemente la forma en que funciona el showbiz?
Así funciona la industria del entretenimiento. Hay gente que no hace nada y gana más que yo… Es el círculo de la vida, la forma en la que funciona el mundo.

Trabajaste con muchos músicos importantes. ¿Preferís hacerlo solo, ahora que experimentaste ambos mundos?
No, me gusta hacerlo de las dos maneras. Disfruto estando solo en el estudio pero también me divierto mucho haciéndolo con otros músicos. Estuve tocando con grandes artistas últimamente y es una experiencia muy buena para mí. Tengo que poder aprender todo lo que pueda. En general, no pienso mucho con quién me gustaría colaborar, pero si alguien se me acerca y tiene algunas buenas ideas, me pone feliz poder escribir una canción con eso.

¿Cuál creés que es el próximo paso en tu carrera?
Cuando escribo suelo hacerlo en casa y luego llevo las cosas al estudio donde las termino. Durante los últimos tiempos, estando de gira no tuve demasiados momentos para hacer esto. Así que no lo sé, y esa es la parte excitante de la música. No sé dónde terminarán las nuevas cosas, pero estoy esperando con ansiedad para poder verlo.