20 años después del inicio de la banda, estos locos rockeros ingleses ganaron el premio Grammy al “Mejor álbum de rock” por Drones, el álbum que tocaron la última vez que visitaron nuestro país. Y dicen que el público argentino es el que más les gusta ¿Cliché o reconocimiento mutuo? Muse, en FDH.

Están locos como unas cabras y ni siquiera cuando les avisan que podrán charlar con una persona del otro lado del continente bajan los decibeles del delirio. Tienen muy sobradas razones para vomitar y transpirar felicidad non stop, cuando finalmente la cámara de este circuito de video ubicado en ambas filiales de Warner Music se activa contactando a FDH con Muse, flamantes ganadores del premio Grammy al “Mejor álbum de rock”. Ubicados a pocos centímetros de una mesa ovalada donde asoma victorioso el nuevo trofeo industrial para la galería de logros artísticos, los músicos ingleses se ponen a cantar “Olé, olé, olé” sin parar y asoma la sensación que solo falta una vieja vice-directora de colegio que enérgica les reclame silencio de la peor manera. Con la compañía de varias botellas de agua y una taza de té para Matt Bellamy, ligeramente disfónico tras los festejos del premio, hablan a la videotransmisora digital como si uno los tuviera enfrente, mostrándose muy sencillos y respetuosos pero sin perder un ápice de su picardía e inocultable humor británico. Matt Bellamy, Christopher Wolstenholme y Dominic Howard se llaman a silencio y proponen responder tranquilos todas las consultas existentes.
¿Cómo hay que tomar este nuevo reconocimiento para Muse con el último disco?

Matt: Primero y principal, no creyéndosela bajo ninguna razón, no era una terna fácil en la que competíamos, pero en estos casos supongo que valoraron el gran proceso creativo y conceptual que propone “Drones” para aquel que es fiel seguidor o aquella persona que por curiosidad agarra un disco nuestro para ver qué hacemos. Estas distinciones son lindas en algún sentido, pero desde el primer instante en que por alguna razón empecemos a sentir que somos seres superiores, ojalá la realidad nos devuelva tan rápido a la cordura como al pensamiento más humilde y respetuoso. Agradecemos estas caricias de la industria pero al fin de cuentas, también los demás se esfuerzan tanto o más que nosotros con lo que hacen a diario, nos tocó y lo varloramos, pero el chiste dura bastante poco porque hay que seguir al día siguiente con el camino que significa sostener lo que conseguimos.

Presentaron “Drones” al aire libre a fines del año pasado en Vicente López ¿Qué sentimientos tiñen los recuerdos de un nuevo paso por Argentina?

Matt: Primero que nada agradecimiento, le gente está muy “fucking crazy” ya desde que ponemos un pie en el aeropuerto. No nos sucede tan seguido que lleguemos a otro país y ni bien ponemos un pie en el hall de la Terminal haya doscientas personas o más como locas aplaudiendo y saludando, hay muchísimas muestras de cariño. Los chicos corren al lado de las camionetas y tenemos que bajar la velocidad para que no se lastimen al correr sin mirar para adelante, hay mucho entusiasmo, banderas, saludos y cientos de teléfonos que disparan sus flashes una y otra vez. Menos mal que no usan drones para seguirnos en nuestro arribo, ahí sí que la realidad y las lecturas del disco entrarían en un sincronismo muy perverso y llamativo. De algo no tengo ninguna duda al responder, los argentinos son sencillamente incorregibles y siempre, reitero, nos ocurre siempre, nos hacen sentir como si estuviéramos en nuestra casa, hay mucho amor y buena onda, por eso nos entusiasma tanto volver una y otra vez. Lo que genera el público argentino en vivo, honestamente no lo hemos vivido en ninguna parte del mundo, es conmovedor y maravilloso.

Christopher: Estuvimos a fin del año pasado tocando nuevamente al aire libre en un lugar bastante más chico que el estadio donde participaban otras bandas, estaba muy cerca del río y había bastante viento al anochecer, pero el show salió muy bien y la gente nos hizo sentir muy felices con la forma en que se com- portaron. Tienen un gran espíritu anfitrión y cuando estás arriba lo mínimo que querés hacer por ellos es dejar hasta la última gota de sudor hasta que se termine la lista de canciones.

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Recientemente se cumplieron cuatro años de la salida del disco “The 2nd Law”. Viendo todo lo ocurrido en ese momento, ¿Qué objetivo tenían prefijado cuando comenzaron con “Drones”?

Matt: Cuando comenzamos los ensayos y grabaciones de “Drones” nos propusimos hasta determinado punto, una firme vuelta a los comienzos de lo que éramos como banda ni bien supimos que anhelábamos. En ese planteo, queríamos volver a un simple sonido compuesto de tres instrumentos: guitarra, bajo y batería. Por esa razón en este álbum todo hace destacar que la guitarra tiene mucho peso, estaba la necesidad de distanciarnos un poco de la tecnología aplicada antes. Decidimos no usar máquinas de ritmos y en cierto sentido bajar también un poco el espacio de los sintetizadores, eliminando bastante la posibilidad de aplicar instrumentos adicionales como pueden ser arreglos con orquesta y todas esas cosas. Buscamos un enfoque mucho más simplista. Además, algo de lo que se habló fue sobre la idea de separarnos del rol de productores, algo que nos terminó de convencer para llamar a Mutt Lange. Básicamente no teníamos ganas de lidiar demasiado con todos los aspectos técnicos, para así enfocarnos solamente en tocar juntos, entonces esa especial decisión nos dio más tiempo para actuar simplemente como una banda, en vez de convertirnos como antes en un grupo de productores que curioseaba con teclados, consolas de mezcla y todos esos aparatos. Sencillamente fue una vuelta a lo básico, a los comienzos de la banda.

»“Estas distinciones son lindas en algún sentido, pero desde el primer instante en que por alguna razón empecemos a sentir que somos seres superiores, ojalá la realidad nos devuelva tan rápido a la cordura como al pensamiento más humilde y respetuoso.”

“Drones” constituye el primer CD desde “Black Holes & Revelations” en el que tienen un produc- tor externo para el concepto de un álbum ¿Cómo tomaron finalmente la decisión y qué los llevó a seleccionar a Mutt Lange? ¿Sienten que esta de- cisión puede tener alguna clase de impacto en el sonido de la banda?

Matt: Habíamos escuchado frecuentemente que Mutt Lange estaba interesado en trabajar con nosotros y lo que nos terminó de convencer fue el comentario que nos hizo una tarde nuestro representante, porque él era en la década del 80 ́ representante de algunos artistas como AC/DC o Def Leppard y lo conoció a través de ellos. Nuestro representante mantiene una amistad desde esa época con él, por eso estábamos honestamente muy impresionados cuando nos comentó que Mutt Lange quería trabajar con nosotros, pensamos que era una oportunidad única porque él solamente produce un álbum cada 5 o 10 años. Mutt es una persona muy particular respecto a cómo elige con quien trabajar y en ese momento decidió que quería trabajar con nosotros, el asunto coincidió con que nosotros queríamos tener un productor externo o por lo menos queríamos tener a alguien que se encargara de la producción, para poder concentramos en el rendimiento del grupo y tocar. Siento que es un gran productor y “Drones” realmente logra su cometido gracias a él.

Mutt tiene una famosísima reputación por ser un perfeccionista en el estudio, recuerdo que le ha pedido a varias bandas que graben el mismo tema docenas y docenas de veces. ¿Sucedió algo así con la grabación de este álbum? ¿Les resultó un freno o un desafío cuando querían alguien por fuera que ordenara un poco todo?

Dominic: (risas generales) Si, Mutt es un perfeccionista y hay que aceptarlo así como es (más risas). Perfeccionista es la palabra justa para describirlo en verdad, Lange tiene por sobre todo un gran sentido musical, dedica mucho espacio de tiempo a la melodía, las armonías, especialmente las letras, las presentaciones en vivo y a una infinidad de aspec- tos. Busca que cada grabación capture tanto como sea posible de la presentación en vivo, por ejemplo, él quería tener una grabación cuando estamos frescos y con toda la energía, pero también quería que grabáramos lo mismo cuando estábamos muertos de cansancio y hartos al final del día en el estudio… además de todo lo que nos pedía que grabáramos durante el resto del día. Sin dudas comprendo su objetivo y es lógico, es casi como que querer tener una imagen completa de la canción y saber bien qué buscamos con ese tema para tratar de sacar la mejor versión de la canción. Es verdad, hicimos muchísimas tomas de cada tema (risas). Pero él está en todos los detalles y viendo lo ocurrido más allá de las bromas, entendimos que fue algo muy bueno trabajar con él.

Este álbum los halló grabando bastante lejos de casa. ¿Cómo influyó este aspecto?

Dominic: La mayor parte de la grabación del disco la hicimos en Canadá, en un estudio muy bonito llamado “Warehouse Studios”, que es realmente un lugar estupendo. El estudio es realmente enorme, el sonido es muy pero muy bueno y el área de trabajo está ubicada en una zona sencillamente muy hermosa. El disco anterior lo grabamos en Londres, que es la ciudad donde vivimos todos, pero tener que ir a trabajar a otro lugar, a un lugar muy lejos de casa fue muy bueno porque ahí uno se concentra solo en el trabajo. Todo lo que sucedió en Canadá nos hizo recordar mucho a nuestras primeras grabaciones, cuando íbamos a un estudio en una zona rural lejos de casa y nos quedábamos allí hasta que terminábamos de grabar todo el álbum.

Matt: Lo único que hacíamos era grabar todo el día y parte de la noche. Dormíamos un poco y volvíamos a empezar al otro día. Entonces estando en Canadá realmente nos pasó casi lo mismo, porque hicimos muchísimo trabajo en muy poco tiempo, solo unas cuantas semanas, ya que íbamos todos los días temprano al estudio y grabábamos unas 10 o 12 horas por día con algunas breves pausas. Esa mecánica se repitió a lo largo de un mes, un concepto que nos hizo avanzar muy rápido, estábamos muy focalizados ahí en el trabajo y Vancouver es una ciudad hermosa. Fue muy agradable estar allí, me vino a la mente esos videos de cuando Rush grabó “Tom Sawyer”, realmente me emocioné mucho en ciertos tramos de la grabación y eso se contagió al espíritu del disco segundo a segundo.

El tour antes de llegar a la Argentina tuvo una serie de importantes actuaciones dentro del Reino Unido. ¿Cómo recibió la gente en esos días todos los nuevos temas?

Dominic: En esta gira hemos tocado en lugares o sitios un poco más pequeños que los espacios don- de normalmente solemos tocar y eso fue realmente increíble, porque es muy agradable estar más cerca del público y poder ver entonces desde otro plano la reacción de la gente con cada canción que vas plan- teando. Ahí ves la energía, fue estupendo. Las nuevas canciones han funcionado muy bien, especialmente “Psycho”, en Buenos Aires la gente se puso a cantar el estribillo y eso nos emocionó al instante.

Las giras que hacen son bastante extensas. ¿Qué países les gusta visitar más?

Dominic: A mí me encanta tocar en Sudamérica porque el público se enloquece, eso lo notamos especialmente en Brasil, Chile pero sobre todo Argentina. El público de México es genial también, pero los argentinos nos tienen en sus manos, ponen mucha onda y casi a la mitad del concierto nos agarra un pequeño bajón porque sabemos que faltan escasas canciones para cerrar y en realidad nos queremos quedar dos horas más como mínimo, los argentinos son muy genuinos cuando algo les gusta mucho, cantan muy afinados.

Matt: Coincido ciento por ciento con Dominic, pero viéndolo desde un espacio bastante menos riguroso, a mí sin dudas me encanta tocar en Los Ángeles. Hay mucha gente que nos sigue en California, más que en ningún otro lugar de los Estados Unidos, nos tiene en verdad muy sorprendidos con la cantidad de público que viene de California, es fuerte, una cosa muy impresionante.

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La última duda. Ustedes volvieron a tocar en Exeter, que es la ciudad en donde surgieron musicalmente ¿Fue el primer show que hicieron allí desde aquel lanzamiento de “The 2nd Law”? ¿Les generó algo especial volver ahora a ese lugar?

Matt: La última vez que estuvimos en Devon, hicimos un concierto allí, fue durante una gira corta que hicimos por el Reino Unido y tocamos en Exeter, que fue la ciudad donde estudiamos y crecimos. Eso fue fantástico, porque fue el lugar donde nos criamos, donde la banda se creó y armó musicalmente. Entonces fue muy bueno poder volver a casa y en esas circunstancias, hacer cosas que no hacía desde hace mucho tiempo, cuando era chico, como poder dar un paseo cerca del mar y todas esas cosas.

Dominic: Me acuerdo que llegamos como a las 2 en la mañana y salimos a caminar por la costa de Tinmouth, que fue la localidad en la que crecimos. Estábamos los tres tomando un vino y nos pusimos a ver el muelle, recordamos todos los años que pasamos allí. Nos escapábamos abajo del muelle a tomar alcohol, entonces fue genial volver. Es realmente hermoso volver allí, porque además nos hicimos un gran bache de tiempo para ver a las familias y todas esas cosas. Fue muy bueno tocar en ese lugar, vimos un montón de caras que no veíamos desde los actos en la escuela y la universidad. Fui a ver tocar a la banda soporte y un grupo de personas gritaba “Dom,Dom”. Se trataba de un grupo de compañeros de la escuela que no veía hacía como 20 años o más, fue alucinante volver.