Lali Espósito: “¿Qué tiene de malo ser ligera?” Entrevistas, Notas Convertida en la estrella pop más importante del país, la artista formada en la “Factoría Cris Morena” inició en las últimas semanas la conquista del público norteamericano, luego del éxito logrado en Europa. Antes de publicar su cuarto disco, y con varios proyectos en carpeta, Lali Espósito habló fiel a su estilo en una entrevista a solas con FDH, una charla imperdible. POR: Gabriel Imparato Lali Espósito ¿Qué objetivos te proponés sabiendo que los podés conseguir? Que se yo, uno no sabe si lo va a conseguir, pero va para el frente, me gusta el desafío. Siempre hice todo con esa impronta, hacerlo segura, pero en el fondo pensar “¿cómo mierda le va a ir a esto?” Siempre te haces esa pregunta y está bien, siento que al hacerla, te coloca hasta en un lugar inocente. Si se quiere, en esa ilusión que no hay que perder. Yo siento que esta vez no estoy ante un lanzamiento más, no me siento la misma que en el anterior, sino que esta canción “Laligera” es especial para mí por muchos motivos. ¿Es muy ambicioso el objetivo de conquistar Estados Unidos? No, porque tampoco está en mi cabeza esto de “quiero conquistar”. Yo quiero conquistar al público que me quiera escuchar. La verdad es esa, en la interna de un equipo con ese objetivo la sensación es la misma. También se siente lo mismo, algo así como: “Che, una gira por los Estados Unidos, a la mierda”. El año, para mí, empezó cantando con Mau y Ricky en Times Square, nada más y nada menos (chasquea los dedos). Semejante experiencia, para mí son conquistas que van de a una. No me abruma. El hecho de decir “Ahora esta gira por los Estados Unidos”, estoy como niña con juguete nuevo, es mi primer gira por allá, en sitios que nunca pensé que iba a tocar en un lugar como Nashville, o como Chicago, Washington, New York. Todos son como muy impresionantes, pero me da mucha intriga de verdad, desde lo más puro de un artista, que está empezando a tocar en lugares nuevos, esta cosa de “¿quién me va a ir a ver?”, “¿cuál es el público al que voy a verle la cara en Nashville?”. ¿Cómo vas manejando ese desarraigo de pasar más tiempo fuera de tu país y lejos de tu gente? Este año fue un año de estar mucho afuera particularmente, estoy transitando ahora el aprendizaje del extrañar, de no estar en tu cama, tu casa, tirada en tu living, tengo días. Hay momentos que digo “¡quiero mi casa, una horita!”, y otros días, que son casi todos, donde entiendo lo que es la bendición de dedicarme a lo que me gusta, con todo lo que eso lleva. Me esfuerzo desde que soy muy chiquita para hacer lo que hago, entonces es una situación bastante natural para mí la de romperme el culo para lograr los objetivos. Trabajar mucho no me abruma, pero trato de tener lo más cerca posible a los míos, a mis viejos, a mis hermanos, sobrinos, a mi novio. Ellos también hacen mucho esfuerzo para acompañarlo a uno, que no es poca cosa, en ese ida y vuelta de los amores, entre mis esfuerzos y los de ellos, disfruto más esos momentos que a lo mejor son menos, pero de mucha calidad. Es una constante en tu vida artística estar permeable a las nuevas tendencias. Ese es el objetivo que siempre tengo cada vez que entro a un estudio. Lo que pasó todo este año preparando este cuarto disco, es que decidí (también fue el plan que armamos) meterme todos los días al estudio con un productor distinto, con un compositor distinto, con gente que tuvieras ideas diferentes al compositor del día anterior, con ganas de hacer música que no se parezcan, a lo que había hecho dos días antes. Eso, que fue y parece abrumador, implicó mucha información para mí, volvió a este material muy rico. Lejos de que eso sea algo negativo, siempre lo pienso desde lo más puro que es el pop. Yo soy una artista pop, todo lo que hago lo llevo a cabo pensando desde esa base hacia delante. Todas las ventanas que se abren, en las que se filtran juegos y coqueteos, es una situación que siempre avalé. Si alguien que no me sigue tanto, y escucha solo los singles sueltos, si se tomara el trabajo de escuchar los discos enteros, advertiría que de un disco al otro surgen diferentes búsquedas y cambios experimentados. Si te ponés a desmenuzarlos, vas a encontrar de todo, una canción como “Besarte mucho” que coquetea con el bolero, con el midtempo de una cosa más bachatosa, o canciones como “Sin querer queriendo” que van a lo urbano pop directo, “Caliente” que juega con el funk y toda la picardía brasileña, o mi primer disco que era un álbum “funkero”, con canciones como “Histeria” o “Bailar”, o “Soy”, todo eso deja entrever que yo puedo jugar con sonidos que recibo de la nueva música, pero siempre el objetivo es ser “Lali”. Lejos de quedarte en los logros alcanzados con cada álbum, la constante son las mutaciones que vas haciendo y que van moldeando tu ADN. Es verdad, eso es algo que me define mucho, yo muto mucho en la vida. A mí no me da miedo esa persona que fui, y que pensaba una cosa, y ahora pienso otra. Si bien hay cosas muy de la esencia, de tu ética, tu moral, tu corazón que van a ser siempre así. Pero en lo que al arte respecta, soy muy de cómo me sentí ese año. Por ejemplo, este año me sentí ecléctica, me pasaron cosas muy raras, muy increíbles, muy diversas, algunas muy malas en lo personal, otras muy buenas también. Todo ese “mezclum” hace que cuando yo entre a un estudio no busque solamente que la canción guste a todo el mundo, busco como me siento ese día. “Laligera” es una canción que habla de mi barrio, de mi vida, de mi infancia, de donde vengo, es la carta de presentación para quien no escuchó mi música o que escuchó solo lo último de mis canciones. De alguna forma sobrevuela el espíritu melancólico de ese club de barrio que retrató Juan José Campanella en “Luna de Avellaneda”, sin dudas. Lali Espósito El año pasado cuando nos cruzamos, estabas al unísono con la salida de tu tercer disco, la película con Leo Sbaraglia, el lanzamiento de la línea de ropa y al mismo tiempo el programa donde eras jurado musical. ¿Cómo haces para no colapsar? ¡Para mí fue un placer total! Estar en el cine, ir a la radio y hablar de un disco, y cuando terminaba me dijeran “Che, ¿y la peli?”, hablar de eso y al mismo tiempo estar sacando una línea de ropa, que es otro carril dentro mío. Me divierte mucho hacer, en realidad son un montón de cosas pero que todas me definen. Recién hablábamos de los estilos musicales, soy una tipa a la que no le molesta abrazarse a todo lo que en el momento la haga sentir bien. Cuando son proyectos, se ve ese universo de posibilidades abiertos, y a la vez cada cosita la hago con mucha pasión, no dejo nada a la buena de Dios, y así también me pego mis estresasos, no te voy a mentir, pero siempre el resultado es muy lindo y satisfactorio. Lali Espósito Hay un notable protagonismo y una fuerza que emerge de las figuras femeninas respecto al empoderamiento y la defensa de la mujer. ¿Cuánto ves en estas conductas, de postulados por causas justas y lógicas para proteger a las mujeres y cuánto de lo que denotaba Madonna como “strike a pose”, aquella “pose mediática” condicionada para estar a tono con ciertas estéticas sociales y política? Te escuchaba cuando planteabas muy bien la pregunta y sentía que hay que aprovechar todos los lugares posibles y existentes para hacer estos planteos. Sobre lo segundo y central, “hay de todo en la viña del señor”, hay un poquito de todo, yo creo que gana por afano el compromiso de verdad, lo honesto, gana por afano. La balanza cae casi muy fuerte para un solo lado. La pose, para mí se nota, desde el tema del feminismo, lo que esta corriente significa, sus basamentos sociales, sus estamentos culturales y podemos seguir con muchos ítems de alcance. La “pose” se ve y si no lo ves, es porque estás medio en “pose” también, yo creo que es así. Después en lo que a mí respecta, es una búsqueda necesaria, genuina, definitoria, que no tiene vuelta atrás, que hay un gran grupo de gente muy respetuosa como debe ser, buscando sus derechos, para que la cosa a estas alturas de la vida empiece a ser más igualitaria, equitativa, en todos los laburos, en la manera de referirnos. El título de mi última canción (“Laligera”), tiene una profundidad, no es solo un juego de palabras con mi nombre, sino también poner en tela de juicio el vocablo, el vocabulario que usamos para referirnos, ya por historia. No es que si lo haces está mal, sino que es una costumbre que tenemos de porque una palabra que naturalmente significa algo copado, en masculino es positivo y en femenino es negativo. Hay mucho de eso, casi no nos damos cuenta pero ahora creo que eso cambia con el título de la canción. Mucha gente naturalmente me comenta “Che, pero vos misma decirte que sos “ligera”, entonces respondo: “¿Qué tiene de malo ser ligero?”. Ser alguien liviano, alguien que va tranquilo por la vida, alguien que va rápido, con sus patines, como muestra la tapa del single para adelante. ¿Por qué algo que es ligero, es liviano y bonito, pero si es “ligera” tiene una connotación negativa? Mucha gente se queda con esa respuesta y ahí en esa situación la mayoría me dice: “¿Sabés que no lo había pensado cuando utilizaba la expresión ligera o ligero?”. Siento que es un pequeño, casi humilde, aporte para nuestra sociedad que hago desde la música, con todo lo que digo en esta canción. Lali Espósito ¿Cómo hacés para detectar cuáles proyectos son aquellos que pueden potenciarte como artista global sin límites y cuáles están más cerca del oportunismo por el alcance que estás logrando ante cada acción concretada? Pensé en muchísimas situaciones. Esto no debería quedar grabado…o sí. La verdad es que el culo te avisa. Esa es la respuesta que tengo para darte. A mí el culo me avisa, “este culo me avisa”. Uno tiene ahí lo que te atrapa de un proyecto o no, muy lejos de solo decidir las cosas solo porque “bueno, estoy en tal momento”, “ya no puedo hacer esto”. Todo eso que está más cerca de la gilada que de una cosa artística, yo siento o no lo siento. Tal vez me mandan un guión, que para mucha gente es increíble y yo no me veo, no veo el personaje, no me encuentro, tengo que hacer mucho tiempo en la agenda, que es difícil. Para lograr ese convencimiento, tiene que valer la pena para que realmente pueda entusiasmarme con ese proyecto y que me guste mucho. Entonces ahí me baso en algo mucho más simple para elegir lo que hago y lo que no, “que es el culo”. Es un buen sensor, me pasa así con las canciones, que a veces me dicen “tenés que hacer esta canción porque es el artista que viene”, y si la canción no me gusta, me ha pasado de decir que no a artistas que algunos me dicen “¡vos estás loca!”. Bueno, me sale así, quizás no me pasó nada con la canción, punto. Para saber toda la información sobre música, cine, series y cultura entrá ACÁ. Lali Espósito Lali Espósito