Una docena de años tuvieron que pasar para un regreso que poco tuvo que ver con las convencionales vueltas de músicos a sus viejos proyectos. Al menos eso es lo que parece cuando Andrés Giménez comienza a recordar el por qué de una nueva vida para A.N.I.M.A.L., la banda con la que a principios de los años noventas saltó a las consideraciones populares de miles que amaban el frenetismo de un heavy metal tan veloz como visceral.

 

Por Diego Gez

La resurrección del grupo -que en su versión actual se completa con Titi Lapolla en bajo y Marcelo Castro en batería- se da con una instancia de registro que por años intentó ser explorada pero que siempre se escapaba cada vez que se avanzaba sobre ella. Semanas atrás, Vivo en Red House logró transformarse en el disco en vivo que jamás tuvo A.N.I.M.A.L. durante su otra vida. Ahí, el modelo 2016 de la banda expone nuevas versiones de clásicos que mantienen el núcleo duro del grupo pero que incluye cuatro nuevos temas (con invitados como Andreas Kisser, de Sepultura; Billy Graziedei, de Biohazard; y Cristian Machado, de Ill Niño) como señal de lo que vendrá en alguna parte de 2017. “Poder volver a tocar es una bendición. Finalmente llegamos lanzar un disco en vivo con un DVD es algo que nunca se pudo dar. Siempre quisimos lanzar algo así, un registro que permitiese palpar la pasta de la banda en vivo. Finalmente lo logramos como parte de este regreso”, aclara Andrés antes de meterse de lleno en los aspectos menos conocidos de la vuelta de la banda.

Cuando circularon los rumores de una nueva reencarnación de A.N.I.M.A.L. la reacción en las redes sociales fue muy intensa. ¿En qué momento específico comenzó todo?

AG: Si era por mí, A.N.I.M.A.L. no volvía porque no estaba en mis planes reunir a la banda. Veía que todos los ex integrantes del grupo tenían su camino hecho y estaban afianzados en lo suyo. Así que me parecía una locura pensar en un regreso. Todo en realidad nació de Marcelo, así que a él le debemos esta vuelta.

Marcelo Castro: Fue todo muy loco porque A.N.I.M.A.L.  Hacía 10 años que estaba fuera de la escena.  Yo hacía unos 15 años que me había ido de A.N.I.M.A.L., entonces todos esos años me sirvieron para valorar al grupo y repensar una posible vuelta porque cada experiencia que tenía con otras bandas resonaba mi paso por A.N.I.M.A.L. Tengo que decir que fue una idea que fue madurando con el tiempo, así que comencé a preguntarme cómo era que la banda no tocaba actualmente pensando lo grosa que fue en su momento y todo lo que había dejado en la memoria de la gente. Y cuando hablo de eso hablo no solamente de Argentina, sino también en Sudamérica. Humildemente fui parte de eso. Un día la idea maduró, hablé con Titi, y él me dijo que estaba loco porque Andrés no querría saber nada. Pero bueno, hablé con el corazón y los convencí.

La reacción del público fue casi instantánea. Supongo que debe haber sido algo movilizador…

MC: Cuando largamos con esta nueva etapa agotamos dos Vorterix en una semana, así que fue increíble el apoyo del público y el ruido que hicieron al enterarse de esta nueva esta etapa. Fue increíble saber lo que había generado algo como este regreso pero que salió desde lo profundo. Así que cuando sentís que las coordenadas se dieron todo es emocionante.

Seguramente el primer ensayo debe haber tenido mucho de eso.

MC: Comenzamos a tocar y nos brillaron los ojos. Con todo lo que se iba dando se hacía evidente que nos teníamos que juntar.

AG: Volvimos por la felicidad de tocar juntos, así que ahí encontrás un comienzo importante, sincero. A partir de ahí las cosas se fueron dando de una forma que hasta nos sorprendió a nosotros. No hay que olvidarse que esta banda dejó de sonar en radios y todos lados casi unos 15 años.

Pero siguió sonando en la gente…

Claro, y por eso uno toma conciencia de lo importante que fue simbólicamente y sentimentalmente para ellos. Hoy en día la gente no deja de estar agradecida, nos apoya y llenan todos los lugares energía, tanto en el país como en Latinoamérica.

¿Siempre pensaron en un álbum en vivo o pensaron en un nuevo álbum tradicional?

MC: Sí, totalmente. La idea era un disco en vivo, aunque eso es parte de un gran todo. Nosotros nunca pudimos tener un disco en vivo, nos lo debíamos a nosotros y a la gente. En los ensayos recreamos los temas y pensamos que tenía que quedar grabado lo que sentíamos. Así salió, sin sobregrabaciones, en directo, sin trucos. Cuando en muchos discos se nota que es un falso vivo, acá se siente lo contrario. Es un disco bien A.N.I.M.A.L. que tiene cuatro temas nuevos.

En la historia de la música hay diferentes tipos de discos en vivo. El de ustedes también funciona como una retrospectiva de la banda, más allá de la cualidad del tiempo y del espacio temporal de la grabación.

AG: Fue algo que pensamos adrede. Queríamos dejar grabado algo que nos lleve a recordar toda la historia de la banda.

MC: Fue difícil encontrar 16 temas entre tantos discos que tiene el grupo. Tuvimos que buscar los que simbolizaban al grupo. Quedaron un montón afuera que nos hubiese gustado que estén pero era imposible, esa es la verdad.

Vivo en Red House fue grabado en un espacio muy cuidado por Corcho Rodríguez, una mezcla de pub privado que nunca fue abierto al público. ¿Les costó mucho llegar a esa instancia de registro?

AG: Tenemos que comenzar a hablar por el lugar, pero comencemos por hacerlo con Corcho. Él nos dijo sí enseguida y nos agradeció el haber pensado en Red House. Se sintió muy halagado de que hayamos elegido el lugar y nosotros de haber podido grabar ahí. Para el grupo fue un momento histórico que pudimos compartir con él. Muchas de esas cosas pueden verse en el DVD como momentos de genuina emoción.