JOHN LEGEND VA POR MAS Entrevistas Si alguna vez John Rogers Stephens se atrevió a usar el seudónimo de John Legend, ciertamente ha logrado honrar ese nombre. Con 10 Grammys, un Oscar y un Globo de Oro, el nativo de Springfied, Ohio, que en diciembre cumplirá los 38 años, puede decir que lo ha logrado todo. Sin embargo, John Legend quiere más. A una intensa participación comunitaria y política, este hombre que se ha convertido en una de las voces más reconocidas de su generación ha sumado un interés cada vez más intenso en el cine y la televisión, tanto detrás de las cámaras como frente a ellas. Es el productor ejecutivo de “Underground”, una serie que retrata la fuga de un grupo de esclavos en la época más oscura de la historia norteamericana y su breve carrera como actor ha recibido el espaldarazo de tener un papel importante en “La La Land”, la película de Damien Chazelle que con Emma Stone y Ryan Gosling en los roles protagónicos, se perfila como una de los candidatas más fuertes en la nueva carrera por los premios. Y como si todo esto fuera poco, Stephens, o Legend, se ha convertido recientemente en papá. Ser JOHN LEGEND hoy en día es sencillamente fabuloso… Es así. Estoy muy contento con el lugar que ocupo. Mi vida no podría ser mejor y no me puedo quejar de nada… ¿Pero siempre fue así? Claro que no, pero vamos, siempre tuve una buena vida. No tengo quejas. Puedo hacer lo que me gusta todos los días. Disfruto muchísimo de hacer música y me encanta contar historias. No hay nada mejor que generar buen material y distribuirlo en el universo. En ese sentido aprecio mucho el poder hacer del mundo un lugar mejor y más hermoso con las cosas que yo hago. Es en eso en lo que me concentro todos los días. Y además, acabo de ser papá, y eso es sencillamente fabuloso… ¿Cuál era tu sueño cuando eras chico? Quería hacer exactamente lo que estoy haciendo ahora. Mi sueño era ser músico. He estado tocando el piano desde los 4 años y canté en los coros de la iglesia desde los 6. Si algo disfrutaba entonces era subir al escenario. A los 15 años me tocó escribir un ensayo para la escuela en donde tenía que decir de qué manera quería pasar a la historia, y yo puse que quería convertirme en un músico exitoso que pudiese usar su influencia para que el mundo fuese mejor. Eso es lo precisamente lo que estoy haciendo… Además, tu esposa, Chrissy Teigen, se ha vuelto tan famosa como vos… Si, es cierto. Yo siento que hemos crecido juntos. Cuando empezamos a salir yo era un poquito más famoso que ella pero los dos nos apoyamos mucho. Siempre trato de ayudarla en todo lo que puedo con su carrera, y ella hace lo mismo por mi. Creo que la suma de nosotros dos es mucho mejor que lo que podríamos hacer cada uno por separado. ¿Cuáles son los músicos que te han influenciado? Son muchos. Nina Simone, Marvin Gaye, Jeff Buckley, Nat King Cole, Stevie Wonder. Creo que esos son los que más influyeron en mi voz. Los escucho mucho y he tratado de tomar elementos de cada uno de ellos para desarrollar mi estilo como cantante. Además te destacás por estar siempre colaborando con otros artistas… Asi es. Disfruto mucho de colaborar y me encanta hacerlo con gente nueva y también con los veteranos. He trabajado con músicos que van desde Tony Bennett a Rick Ross, de Kanye West a Megan Traynor. Una de las cosas mas interesantes de la música es que los géneros se pueden mezclar y generar puentes culturales. Yo he tocado con músicos de Brasil, de Italia, de Colombia y eso es algo que disfruto mucho. Conociste a Kanye cuando sólo cantaba hip hop y no era muy conocido… Tal cual. Yo me mudé a Nueva York en el 2000. Me gradué de la Universidad de Pensilvania en el ‘99 y un año antes había participado por primera vez en un álbum importante, cuando todavía estaba estudiando. Toqué en “The Miseducation of Lauryn Hill” y eso me resultó muy estimulante. Yo siempre supe que quería seguir una carrera musical, que quería ser solista y por eso comencé a grabar mis primeros demos en esa época, el ‘98 o ‘99, para tratar de conseguir un contrato con una disquera. Fue por eso que me mudé a Nueva York. Sabía que era un lugar importante, en donde estaban muchos músicos. Al principio trabajaba en una compañía como empleado durante el día, pero también iba a un estudio a grabar y tocaba en diversos lugares de la ciudad. Una de las primeras personas a las que conocí en esa época fue Kanye. El se mudó en el 2001 desde Chicago, y su primo era mi compañero de cuarto en la universidad, y luego seguimos viviendo juntos en Nueva York. Así fue como nos conocimos. Devon, su primo, me lo presentó. Me dijo que Kayne estaba trabajando con Jay-Z y que era un gran productor. El sugirió que escribiéramos canciones juntos y así pasó, nos pusimos a componer para mi demo y para el suyo también. El intentaba triunfar como rapero aún cuando le iba muy bien como productor, y yo buscaba lograrlo como cantante. A través suyo conocí a J.Ivy, un poeta de Chicago. El fue el que comenzó a llamarme John Legend, al principio como una broma, y poco a poco todos empezaron a llamarme así. Como me resultaba simpático, en determinado momento empecé a usarlo como mi nombre artístico. Sabía que era un poco atrevido llamarme así, sobre todo si me iba mal, pero a la vez me ayudó a tratar de estar a la altura de lo que ese nombre implicaba. ¿Cómo describirías tu evolución y la de Kanye a lo largo de los años? Hemos seguido trabajando juntos. Yo crecí como músico y el también. Creo que esa maduración se ha producido a través de la colaboración, tanto la que tenemos entre nosotros como la que hemos desarrollado con otros músicos. Creo que parte del oficio del artista es escuchar nueva música, prestarle atención a lo que existe en el mundo y tratar de progresar. Cada vez que colaborás con alguien aprendés cosas nuevas. Aunque creo que como músico soy bastante consistente, y tengo un estilo muy definido, quiero que cada álbum tenga algo nuevo, que se note que he evolucionado y que he descubierto cosas como artista. Mi nuevo disco, que va a salir a finales de este año, representa una progresión musical con respecto al anterior. Estoy muy ansioso de que la gente lo escuche. Sigo siendo el mismo artista pero espero que en este nuevo disco se note mi crecimiento. ¿Qué es lo que define a un buen colaborador? No se si hay una definición, pero lo que sí se es que uno tiene que tener humildad. Uno tiene que estar abierto a las cosas nuevas. Hay que concentrarse y estar dispuesto a trabajar duro. Todo esto es importante pero la clave es la humildad. Hay que poder escuchar las ideas que trae otra gente y no pensar que uno tiene todas las respuestas. En “La La Land” tenés tu primer papel importante como actor… Si, estuvo muy bien. Primero tuve una reunión con Damien Chazelle, el director, que me explicó de que trataba la película, y luego me mandó un guion. Me pareció fantástico, aunque en un principio no estaba muy seguro de si un musical al estilo del Hollywood de Oro iba a funcionar. De todos modos, sabía que si alguien lo podía lograr ese era Damien. Creo que tiene una gran sensibilidad musical y sabe como ponerla en una película. En cuanto a mi actuación, trabajé tan duro como pude porque como era una nueva experiencia para mi, quería hacerle justicia al personaje y también a la película. Me pasé mucho tiempo preparándome con un profesor de teatro, y también con un profesor de guitarra, para que resultara creíble que sabía tocar, porque en realidad yo soy pianista. No toco la guitarra. ¿Cuál es tu relación con el jazz? Me encanta. No es tan popular como otros estilos de música en este momento pero es una forma de arte única y muy norteamericana. Fue creada en Estados Unidos. Es algo que siempre podremos reclamar como un estilo clásico que nos pertenece. Son muchos los grandes músicos del mundo que se han entregado a ser los mejores músicos de jazz. Creo que lo que más me gusta es que es impredecible. Es como una conversación entre músicos. Puede ser caótica en algunos momentos, pero en ese caos hay mucha belleza y humanidad. Por eso es tan poderoso. Lamentablemente ya no es tan popular como antes, y uno no puede obligar a la gente que le guste un cierto tipo de música, pero eso no impide que siga siendo hermosa. ¿Por qué tenés una participación tan activa en causas políticas? Porque es mi responsabilidad. Las cosas que están pasando en Estados Unidos en este momento son muy fuertes y por eso la gente ha salido a reclamar por la vidas de los negros y por una reforma de la justicia criminal en Estados Unidos. Todos tenemos que salir a luchar contra el racismo. Creo que muchos artistas están viendo lo que la gente hace en la calle y opinan sobre lo que está pasando a través de las redes sociales, que es la mejor forma de conectarse con sus audiencias. Yo siempre uso las palabras de Nina Simone, que dijo que el deber del artista es reflejar la época en la que vive. Por eso yo, como muchos otros artistas, trato de escribir canciones sobre las cosas que están pasando. ¿De todos los premios que ganaste, cual es el más importante para vos? No es sólo uno, diría que son dos, el Oscar y el Globo de Oro. La época en la que estuvimos promocionando “Glory”, la canción que compusimos para “Selma” fue muy importante para mi, porque mientras componíamos la gente estaba en la calle protestando por lo que había pasado en Ferguson, contra la brutalidad policial y el asesinato de hombres negros desarmados a manos de la policía. Que me hayan dado esos dos premios por esa canción fue algo que tuvo un gran impacto para mi, y por eso tengo las dos estatuillas en mi casa puestas de tal modo que todo el que viene a visitarme las pueda ver.