Un músico performer con aires de mar, que busco jugar con lo que sucede de momento a la hora de subirme a un escenario logrando conectar con el espectador liberando mi mundo libre, excéntrico, esperanzador, tragicómico y tropical. Trabajo  como actor y músico en El Choque Urbano y en mi proyecto personal Fideo y Los del Mondo.

Por: AdriAn Francolini / @LUCAPASTRAMI

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¿Como se fusiona la música y el teatro en Fideo y Los del Mondo?
La música es como el centro comunicador de todo lo que me sucede alrededor. Me gusta interpretar las canciones, vestirlas de su mundo interior, embellecer la escena rompiendo con la cuarta pared. También el haber entrenado teatro de chico, junto con clown, circo, y ser amante de los sonidos, de la música de teatro, me fue llevando a una visión más profunda y poder fusionarla interpretando teniendo mi cuerpo disponible para el aquí y ahora. La música también tomó más fuerza al haber entrado en la companía El Choque Urbano desarrollando mejor la sonoridad de los objetos, la percusión y clownicidad que me da mucha intriga y felicidad.
El sábado pasado llevé mi música a un paciente al Otamendi, fui a conectar con él sin conocerlo para relajar el momento y cantarle con esperanza. “…vengo a darte lo mejor, a refrescar tu corazón”.

¿Todos los artistas deberían tener versatilidad?
Cada chancho a su teta, a mi me gusta ser versátil. Soy creativo, acuariano inquieto y siempre busco algo distinto. En el vestuario, en la puesta y en las canciones. En mi casa me voy llenando de instrumentos que me hacen viajar a diferentes lugares para armar lo que quiero contar. Soy muy abierto a todo tipo de música. Tengo balafón, serrucho, ukelele, banjo, etc. Todos me aportan algo distinto para contar mis historias.

¿Cómo definís tu música?
Mi música es unificadora. Más allá de lo playera, alegre y lúdica que pueda sentirse, mi deseo es que nos abrazemos más, que seamos uno, y respetemos al que tenemos al lado, que rompamos barreras de status, prejuicios, abrirse para unirse. Somos todos diferentes sin embargo tan iguales y estamos acá por algo. La música siempre sana y conecta por algun lado, y ese resultado es lo que más disfruto.

¿Cuáles son las mayores satisfacciones de tu trabajo diario?
Que me escriban de cualquier parte del mundo agradeciendome por lo que transmito y hago. Viajar a algun lugar del país y que conozcan mis canciones. Hacerle bien a la gente compartiendo mi mensaje y dandole un buen show. Tener el grupo que tengo de personas maravillosas, cosa que hoy en día no es fácil de encontrar.

¿Que planeas para el futuro de tu carrera?
Pensar en futuro me da ansiedad. Pero creo que ese futuro es infinito, no tiene límites porque siempre voy por más. Aunque me vengan imágenes soñando con cosas grandes y donde me gustaría estar, creo que estoy alineado con lo que deseo y voy por eso. Disfruto el proceso, y los caminos que va tomando el proyecto. Por lo pronto, seguir llevando mi música por todos lados y grabar el segundo disco que me tiene con hambre.

¿Qué consejo le podés dar a quien quiere iniciarse como artista?
Que tiene todo por delante, está todo por hacerse. Que no pierda el foco de lo que ama hacer, y en ese hacer, aprender y entenderlo con paciencia y perseverancia. Que no se rinda, que todo tiene su tiempo y forma, y no hay limites en el arte. Hay que hacer, de esa manera una se va descubriendo como artista, a prueba y error, fortaleciendose para siempre ir por más.

¿Cómo llegaste a IBDM Galleria Dispensa de Arte?
Llegué por distintas personas, vinculadas con el arte. Quería conocer todo el mundo IBDM, sabía que me sentiría al dente y algún día lo conocería. Al haber viajado a Italia y componer canciones en italiano, me vinculo más directo, y la vida me llevó a conocer a Lucapastrami gran curador y artista con el que compartimos charlas, experiencias y risas. Él me dio el espacio de poder estar en Il Ballo del Mattone, donde todos los miércoles son de Fideo, ya que en IBDM podés disfrutar una buena pasta y encontrar un miércoles mis canciones.